lunes, 23 de septiembre de 2013

Ni contigo, ni sin tí.

Estos días de atrás la ofensiva nacionalista-secesionista-independentista catalana se ha acentuado mucho.
Hemos asistido a la realización de una cadena humana en la Diada para hacer ver a la sociedad que "todos" los catalanes quieren ser independientes. 
Desde la clase política no se hace otra cosa que argumentar que "España nos roba" y que ellos son el motor de esta España nuestra. Que sin ellos, ni siquiera Europa, tiene futuro.
Pero lo mejor ha sido en cuanto se les está poniendo negro sobre blanco, que si Cataluña se independiza de España, no tienen lugar en la UE. 
A esto, el adalid de gobierno y oposición al mismo tiempo, el Sr.Oriol Junquera, ha manifestado que tiene una solución muy fácil. Se mantiene la doble nacionalidad y punto.
¿Cómo se les queda el cuerpo? Átenme ustedes esa mosca por el rabo.
Cataluña quiere ser independiente, pero no para pedir dinero a España para que les tape los pufos de su desastrosa gestión económica.
Cataluña quiere ser independiente, pero también quieren la nacionalidad española para no perder los beneficios de pertenencia a la UE. 
La clase política catalana se ha instalado en un juego de mentir a su población para tapar la desastrosa gestión que están haciendo y poder seguir robando, ellos sí, a sus ciudadanos. Les cierran quirófanos, niños que tienen problemas de nutrición, carga fiscal más elevada de España... pero siguen invirtiendo millones y millones de euros en una causa que solamente les conduce al abismo económico.
Me recuerdan a ese novio o novia que no quiere estar con su alter ego pero tampoco deja que éste se marche y haga su vida por su parte.
Por favor, señores de CiU y ERC, tengan las ideas claras de una vez y valentía para reconocer que todo este espectáculo es para mantener su status y seguir viviendo del cuento.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Sanidad Pública, sí, pero...

Este verano he tenido que hacer uso de la sanidad pública. La calidad de sus médicos no la pongo en duda, vaya por delante esto. Lo que pongo en duda es su ética a la hora de trabajar en estos momentos en la Comunidad de Madrid.
Mi caso, evidentemente, puede que sea una excepción (junto con las otras 30-40 personas que estaban ese día en urgencias) pero es un hecho significativo que creo necesario poner de manifiesto.
Acudí a urgencias con mi madre un lunes de agosto. Llegamos a eso de las 11:30h. Nos evaluaron y pasaron a la zona de espera de urgencias. Hasta aquí todo correcto. Tras dos horas de espera nos ve un médico y pide analítica de sangre y orina. Pasadas las 18:00h nos llaman de nuevo, si han leído bien la hora, y nos dan resultados de analítica y nos dicen que quieren hacer una ecografía para comprobar esos resultados que salen en la analítica. A las 00:30 nos llaman para hacer la ecografía. Nuevamente han leído bien la hora, 6 horas después. Y casi a las 2:00 nos llaman para decirnos el diagnóstico definitivo.
Hasta aquí una exposición simple de sucesión de tiempos de atención.
De entrada, que en uno de los hospitales de referencia de la ciudad de Madrid, tarden más de 12h en darte un diagnóstico entrando por urgencias, tiene delito. 
Desde aquí he defendido la Sanidad Pública y sobre todo sus reformas, porque son más que necesarias y tras esta experiencia, mucho más. 
No se puede permitir que casi un 30% del personal se marche de vacaciones a la vez. La cifra está dicha por los propios trabajadores del hospital. Eso en cualquier empresa no se puede permitir porque la actividad se resiente. Erro de la gerencia de ese hospital.
Y el pero más grande viene desde el punto de vista de su "lucha" por la defensa de la sanidad pública. Ja, Ja, Ja. 
Desde que entramos en el hospital, no dejamos de escuchar cosas sobre los "recortes", ver carteles como el que ilustra esta entrada, y hasta que una enfermera de la unidad de Urgencias de Corta Estancia (UCE), nos dijera que no bebiéramos agua del grifo porque las cañerías del hospital estaban contaminadas desde siempre (¿Nos hemos vuelto locos?). El hospital, por cierto, es el Clínico San Carlos en Madrid.
Un profesional cuando entra por la puerta de su empresa lo que tiene que hacer es trabajar y dejar las ideologías a un lado. El puesto de trabajo y un servicio público se defiende prestándolo con calidad y no pensando en fastidiar al paciente y en cada momento trasladar las quejas laborales que tienes. Si demostrasen con su trabajo diario, que una gestión diferente y más eficiente no es necesaria, no se estarían planteando la externalización de estos servicios. Pero como se empeñan en hacer su trabajo, mal, lento y sin control... es muy necesario poner unos criterios distintos de gestión y de control, para que los impuestos que pagamos sean utilizados de forma correcta para poder tener unos servicios públicos de calidad y no "bañados" de ideologías en su ejecución diaria.