jueves, 20 de noviembre de 2014

De la Pantoja a la corrupción política, en la barra del bar.

Ya sé que el título no me ha quedado muy bonito, pero no sé cómo explicar mejor la situación que viví ayer (19 de noviembre).
Mientras terminaba de comer en la cafetería debajo de mi oficina (no como las áreas de servicio de Monago) entraron 4 señoras para tomarse el café en la barra. En la televisión estaban poniendo la noticia del eterno ingreso en la cárcel de la Pantoja.
Su conversación se volcó sobre el tema en décimas de segundo. Que si tenía que entrar, que si no tenía que entrar. Que si se había enamorado de la persona equivocada y por ello estaba en esa situación... En ese momento una de ellas metió el inciso de lo que se tardaba en entrar en la cárcel cuando se cometían delitos fiscales (así lo dijo) al igual que los políticos que se lo llevaban crudo. Y que tenían que acelerar la Justicia para que no se pasaran 7 años tocándose xxxx en la calle.
Yo seguí con mi almuerzo y en un momento que subió el tono de conversación una de ellas le espetó a otra: "lo de la corrupción es como lo que hizo la empresa contigo. Dos años al paro y seguías trabajando. No te digo que seas una ladrona, pero todos nos aprovechamos del sistema, cada uno en su medida. Y mientras no cambiemos nuestra cultura de Rinconete y Cortadillo, no habrá solución". Pagaron los cafés y se marcharon.
En otro momento os contaré que para mi, las barras de bar son la mejor encuesta y estudio sociológico que existe en el mundo. Aquí y en las Islas Feroe. 
Ciertamente somos un país que hecha la ley, hecha la trampa y la gran mayoría intentamos aprovecharnos al máximo para obtener las mayores ventajas y siempre en el filo de la ley. Y claro...así estamos.
En gran parte es cuestión de educación y de aportar valores a nuestros hijos el cambiar y hacer ver a las generaciones futuras que hay que ser honestos y no tratar de acortar los caminos con métodos no muy éticos.
El sentir de la sociedad, en las barras de bar, es que es necesario hacer una Justicia más ágil para demostrar si se delinque o no. Y en ese caso de haber cometido delito que lo paguen y no que estén en la calle como si nada. Esto es lo que deberían aplicarse los políticos. Las medidas de regeneración y transparencia son muy buenas. Pero los hechos de la Justicia, son mejores.


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